¿QUE ES?
A menudo, el naturalismo es considerado como un sesgo más extremo del realismo, su coetáneo. Sin embargo, aunque tienen rasgos comunes que vinieron a eclipsar el idealismo y el subjetivismo romántico, el naturalismo abandona el afán de denuncia promulgado por los realistas.
Émile Zola, escritor francés, considerado el máximo exponente y teórico del naturalismo, lo definió “no solo como un movimiento literario, sino como una nueva forma de concebir al hombre y estudiar su comportamiento”. Para ello, el autor debe liberarse de las emociones y centrarse en el estudio de las conductas muy ligado al método científico.
CARACTERISTICAS
Pretensión de imparcialidad
Los autores naturalistas anteponen la objetividad frente a la subjetividad, predominante en los escritores románticos.
Para los naturalistas sus obras sirven para retratar las calamidades de los individuos. Son una fotografía de asuntos como la corrupción, el alcoholismo o las enfermedades. En definitiva, se trata de historias que carecen de esperanzas individuales.
Si bien el Realismo ya partía de observar y reflejar la realidad de manera fidedigna. El naturalismo da un paso más extremo y trata de fotografiar la miseria humana. Para ello los autores intentan reproducir la realidad que encuentran ante sus ojos con el máximo detalle. Se trata, por tanto, de presentar la realidad tal cual es, tanto lo más agradable como lo más duro.
Descripción detallada de ambientes
Si los autores reflejan el lado más cruel de la sociedad mediante individuos que viven situaciones míseras, también dan importancia a la descripción de ambientes. Estos son, en su mayoría, entornos sórdidos y deplorables. Para ello, los escritores dieron gran importancia a la descripción detallada en sus obras.
La observación llevada al extremo
La observación también tuvo una gran importancia para los realistas. Pero, los autores naturalistas la llevan al límite y contemplan con hastío la realidad de su tiempo. Lo hacen mostrando una sociedad descompuesta y, a veces, evidencian a las instituciones tradicionales.
Las clases sociales marginales como foco
Los autores naturalistas se centran en las clases más desfavorecidas o marginadas para tratar de dar una explicación materialista al origen de los problemas sociales. A diferencia de los realistas que critican a la clase burguesa.
Para la burguesía, las obras naturalistas se vuelven una opción más evasiva, frente a las creaciones realistas que denunciaban su propia clase social.
Carencia de lirismo
Los naturalistas no buscan la belleza del lenguaje, se trata de un estilo poco cuidado. Más bien, su técnica pretende ser una reproducción de la jerga popular.
AUTORES
Émile Zola es considerado como el precursor de la corriente en la literatura. Sin embargo , diferentes autores siguieron sus pasos a lo largo de la geografía mundial. Estos son algunos representantes más significativos de este movimiento literario:
Émile Zola (Francia)
Es considerado el mayor exponente del naturalismo francés. Sus obras influyeron considerablemente en la novela del siglo XX. Aunque comenzó con la poesía y, más tarde, escribió pequeñas creaciones de folletín, finalmente se decantó exclusivamente por la novela. El estilo de Zola es verdaderamente minucioso y lleno de verismo. Entre sus obras destacan: Les Rougon-Macquart (1871-1893) Thérèse Raquin (1867), Naná (1880) y Germinal (1885).
Guy Maupassant (Francia)
Es uno de los representantes de la escuela naturalista, con gran influencia de Gustave Flaubert, su mayor mentor. En su corta vida, encontró en el cuento el género más preciso para desarrollar su carrera literaria. Llegó a escribir más de un centenar de cuentos, aunque también indagó en la novela. Entre sus obras destacan: Bola de Sebo (1880) o Una vida (1883).
Thomas Hardy (Gran Bretaña)
Escritor y poeta inglés. Es uno de los mayores representantes del naturalismo británico. Primero se dedicó a la arquitectura, disciplina que posteriormente dejó para dedicarse a la escritura. Sus primeras novelas tienen inspiración romántica. Después, son de carácter pesimista y existencialista, fuertemente influenciadas por el determinismo. Entre sus creaciones están: Tess D´Urbevilles (1891), Jude el Oscuro (1895) y El regreso del nativo (1898).
Emilia Pardo Bazán (España)
Relativa a la aristocracia, Emilia Pardo Bazán fue una mujer intelectual en su época y recibió una minuciosa educación y cultura literaria. Escribió obras inusuales para su posición social, entre ellas, La tribuna (1882), una novela sobre el proletariado. Asimismo de su creación literaria también destaca Los pazos de Ulloa (1886), una de sus mejores novelas, después publicó Madre Naturaleza (1887).
Emilia Pardo Bazán también se identificó con el Realismo y con el Simbolismo en algunas de sus obras.
Vicente Blasco Ibáñez (España)
Es el máximo representante del naturalismo español. Desde muy joven estuvo fuertemente influenciado por los franceses Balzac y Zola. Durante algunos años se dedicó a la literatura y a la política paralelamente. Después dejó la política y se dedicó a escribir. Entre sus novelas más destacadas se encuentra Arroz y tartana (1894), La barraca (1898), Cañas y barro (1902) y Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916).
Theodore Dreiser (Estados Unidos)
Representante del naturalismo estadounidense. Theodore Dreiser fue un novelista y periodista nacido en el seno de una familia de clase baja. En sus novelas los personajes suelen estar sumidos en la pobreza o en situaciones marginales, de las cuales pretenden huir. Dreiser se mantuvo crítico con el denominado “sueño americano”. Entre sus obras destacan: Jennie Gerhardt (1912), El financiero (1913), El titán (1914) y Una tragedia americana (1925).
Frank Norris (Estados Unidos)
Es uno de los mayores exponentes del naturalismo estadounidense. Frank Norris tuvo la oportunidad de pasar una temporada en París, este hecho hace que esté muy cercano e influenciado por la obra de Zola. Fue uno de los autores que introdujo la corriente naturalista en Estados Unidos. Sus obras más destacadas fueron: McTeague (1899), The Octopus: A California Story (1901) y The Pit (1903).
Eugenio Cambaceres (Argentina)
Fue un escritor y político argentino, autodenominado como naturalista. Una de sus obras más conocidas fue En la sangre (1889), en ella condena el lujo y pone de manifiesto que la personalidad se ve condicionada por la herencia genética.
Federico Gamboa (México)
Escritor y diplomático mexicano y uno de los mayores exponentes de la corriente naturalista de su país natal. Esto se ve reflejado, especialmente, en novelas como Santa (1903). En ella el autor retrata, desde su propia experiencia personal, la vida de la capital mexicana, a través de los ojos de una joven campesina.
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